miércoles, 3 de octubre de 2012

Ellas, siempre.

Siempre hay días malos, siempre. Siempre está aquel día en el que te levantas y en un efímero instante todo se te cae encima. El día que parece que no podrás tirar hacía delante. El día que no ves la luz, y joder, que no la ves. Pero ese día, aquel mismo día también están ellas; mis niñas. Siempre están en esos días malos sacándote una sonrisa. Siempre están ahí ayudandote a levantarte (si no es Cristino con un cubo de agua o un chistaco bueno de los suyos, es Mamentxu con un mcflurry y sino siempre está Eva provocando carcajadas con sus strepteas espontáneos) Y gracias a ellas realmente conozco lo bueno de la amistad, lo bueno de aquella familia que puedes elegir, porque como bien dice Cris, ya somos una familia que espero que nada ni nadie separe jamás, porque chicas, recordad que... siempre nos quedará París.
L.

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